Ideas para pasar una noche romántica en Roma

Cada noche, Roma extiende una alfombra roja de luz, intimidad y sensibilidad que cautiva a cualquier pareja. La ciudad se pone a disposición de los enamorados con un abanico de planes para pasar una noche romántica de muchos quilates.


En Roma hay dos ciudades totalmente diferentes. Y no nos estamos refiriendo a que dentro de la capital italiana podemos encontrar la ciudad-estado del Vaticano. Hablamos de la misma Roma, pero con dos cabezas, la Ciudad Eterna bicéfala. Una aparece cuando el sol ilumina sus calles y un constante trasiego de turistas y romanos llenan de bullicio cada rincón. Pero cuando cae la noche, y como si fuera el decorado de una representación teatral, Roma se viste de gala. Un alumbrado lo suficientemente luminoso para contemplar sus monumentos y lo suficientemente tenue para no empalagar, tiende una alfombra roja repleta de romanticismo e intimismo. La ciudad se pone a disposición de los enamorados para que

se sientan los protagonistas de la película que siempre soñaron rodar. Porque es imposible encontrar un mejor escenario para una noche romántica que Roma.
Una ruta nocturna por Roma para enamorados
Muchas parejas se preguntan dónde pasar un fin de semana romántico que se acerque a la perfección. Aunque también es una ciudad para visitar a fuego lento, Roma es la opción con mayúsculas. El regalo perfecto para cautivar y reavivar la llama de la relación. Pero un plan de estas características debe contar con un alojamiento que vaya en consonancia. La oferta de hoteles en el centro de Roma es amplia, pero apostar por una cadena de prestigio y confianza siempre es una jugada segura. El hotel Mercure Roma Centro Colosseo, situado justo enfrente del emblemático Coliseo, otorga esa dosis de romanticismo y distinción que ayuda, y mucho, a convertir la escapada en una experiencia inolvidable.

A la hora de vivir una noche romántica en Roma un buen punto de partida y final no podía ser otro que la Fontana di Trevi. Cuando el sol desaparece, la fuente del amor por excelencia ofrece una cara totalmente diferente. En primer lugar porque el número de turistas que se concentran a su alrededor baja considerablemente y, en segundo, porque su iluminación crea un escenario de intimidad difícilmente descriptible con palabras.

La noche en Roma es sinónimo de terrazas. En los alrededores de la plaza de España hay numerosas alternativas para disfrutar de una cena romántica a la luz de las velas regada con una copa de vino. Il Gabriello (Via Vittoria, 51) y Cucina&Vista, en la propia plaza de España, son dos sugerentes opciones. Tras la cena, nadie se puede resistir a sentarse en las escalinatas de uno de los epicentros de la Roma nocturna para disfrutar de un ambiente joven, animado y muy auténtico.

Los amantes del bullicio no pueden perderse el Trastevere, donde se pueden encontrar pequeños bares para tomar una copa mientras los músicos callejeros ponen la banda sonora al barrio nocturno por excelencia de la capital italiana.

También hay opciones para los que busquen una mayor tranquilidad. Un paseo por el Parco Savello o Jardín de los Naranjos al atardecer es un plan romántico de manual. La paz que se respira en este pulmón verde es tan agradable como las vistas que se contemplan de la Ciudad el Vaticano.

Como decía José Luis Perales, “el amor es un paseo largo sin hablar”. Para pasear conversando o simplemente disfrutar con miradas cómplices que digan más que muchas palabras, el conocido como Lungotevere es el decorado más romántico. Este paseo que transita en paralelo al río Tíber representa otro de esos planes que ni el mismísimo Cupido sería capaz de mejorar.

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