Ruta por el norte de España y Portugal

Gastronomía, paisajes de ensueño, un rico patrimonio artístico y la hospitalidad de sus gentes. Estas características y muchas más distinguen al norte de la península ibérica. Un recorrido por algunas de sus ciudades y parajes más representativos es la garantía de una experiencia turística y vital inolvidable. Son muchas las sorpresas que guardan España y Portugal en sus regiones septentrionales, por ello proponemos una ruta que comienza en Oporto y concluye en San Sebastián con el objetivo de empaparse de parte de la esencia norteña de ambos países.

¿Qué ver en Portugal?
En cualquier guía, web o folleto sobre qué ver en Portugal nunca puede faltar la ciudad de Oporto. La ciudad lusa que mira al río Duero (Douro en portugués) es el comienzo de esta ruta por el norte de España y Portugal. En Oporto no podemos dejar de pasear por su avenida de los Aliados, visitar el Palacio de la Bolsa, subir a las Torre de los Clérigos, extasiarse con su bella estación de San Bento o contemplar el Duero desde una de las terrazas de la Ribeira. La oferta de hoteles en Oporto es amplia y variada, pero lo ideal es alojarse en un lugar céntrico y bien comunicado. El hotel Mercure Porto Centro, junto a la mencionada estación de ferrocarril, es una perfecta opción para conocer la ciudad lusa.
Oporto se complementa con su hermana al otro lado del Duero, Vila Nova de Gaia. Solo con cruzar alguno de los puentes que comunican ambas urbes (obligado hacerlo por el histórico Luis I), el visitante se pone en una ciudad famosa por albergar las bodegas del mundialmente conocido vino de Oporto. En Gaia también se puede disfrutar de una gastronomía excelsa donde el bacalao juega un papel fundamental. El Mercure Porto Gaia ofrece al visitante una alternativa diferente y muy apetecible a la hora de buscar hoteles en Oporto.
A unos 50 minutos en coche desde la ciudad del Duero y a poco más de una hora en tren se encuentra Braga, próximo destino en esta ruta. Esta histórica ciudad portuguesa brilla por su Catedral (Sé), la más antigua del país; el santuario de Bom Jesús y el Palacio Episcopal, entre otros atractivos. Sin duda una de las urbes que no pueden faltar cuando nos preguntamos qué ver en Portugal. En el capítulo del alojamiento, el hotel Mercure Braga Centro se erige como una gran opción para gozar de los encantos de la ciudad desde un punto estratégico.
Si tenéis curiosidad por conocer algo más de Portugal, bajando hacia el sur se encuentra Coimbra, una pequeña ciudad portuguesa de ambiente estudiantil, que está situada entre Lisboa y Oporto. Y la playa de Figueira da Foz, ubicada a una distancia de tan solo 45 minutos, es un lugar perfecto donde ir a pasar el día. Aunque si preferís quedaros allí a disfrutar del ambiente, no dudéis en alojaros en el Mercure Figueira da Foz.
¿Qué ver en España?
Abandonamos Portugal para introducirnos en España y proseguir con una ruta que nos llevará hasta el siguiente destino: Bilbao. Entre Braga y la capital vizcaína hay seis horas de un viaje en el que se pueden realizar paradas intermedias muy interesantes. En Galicia el itinerario atraviesa la localidad orensana de Verín, donde degustar una de las exquisiteces de la cocina gallega, el pulpo a feira. En Castilla y León, las ciudades de León y Burgos también merecen hacer un alto en el camino, especialmente para visitar dos de las catedrales más bellas que hay en España.
Bilbao ha vivido una espectacular transformación en los últimos años. La clave del éxito ha sido una acertada estrategia de aunar la tradición industrial, con la modernidad de nuevos espacios culturales y de ocio y una perfecta integración en la ría y en su privilegiado entorno. La visita al Museo Guggenheim, una ruta en bicicleta por los puntos más emblemáticos de la capital, un paseo en barco por la ría o ir de pinchos por la calle Ledesma y el Casco Viejo son planes que no pueden faltar. Se trata de una ciudad para caminar y empaparse de cada rincón, por ello lo ideal es buscar un hotel céntrico y elegante como por ejemplo el Mercure Bilbao Jardines de Albia.
Del Vizcaya nos vamos a Guipúzcoa, en concreto a su capital, San Sebastián. Poco más de una hora en coche separan a ambas. En la ciudad donostiarra es obligado realizar un paseo por una de las playas más bellas que se pueden encontrar en el mundo, la Concha. También hay que sentir la fuerza del viento en otro de los símbolos de San Sebastián, el Peine del Viento de Chillida al final de la playa de Ondarreta. Precisamente junto a este lugar idílico se encuentra el hotel Mercure San Sebastián Monte Igueldo, un alojamiento que puede presumir de contar con una de las mejores vistas de la bahía de la ciudad.
Al igual que en Bilbao, los pinchos de la parte vieja donostiarra son la mejor manera de conocer la admirada gastronomía vasca. Sin duda el mejor colofón para una intensa ruta por el norte de España y Portugal.
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