Un viajero en la capital francesa tiene tanto por descubrir que, si dispone de poco tiempo, lo difícil será decidir qué lugares visitar. Si solo vas a pasar un fin de semana en París, toma nota porque hoy planteamos un recorrido por los lugares más impresionantes de esta bella urbe para grabar en la retina.

El reto: filtrar, seleccionar, elegir los sitios que visitar en París si vamos ‘sólo’ un fin de semana. No es sencillo, ni siquiera si acotamos a los lugares con un encanto especial, esos atractivos turísticos enfocados al arte y a la cultura parisina. Sin embargo, vamos a intentarlo tomando como punto de partida el hotel Mercure París Centre Tour Eiffel, en pleno centro de la capital francesa. ¿Comenzamos?

Ante la impresionante estructura de más de 300 metros de altura a escasos pasos del hotel, no nos queda más remedio que empezar la visita a París por la Torre Eiffel, esa estructura ferrosa que preside las postales parisinas desde finales del siglo XIX, cuando se construyó para la Expo internacional de 1889.

La visita a París desde la Torre Eiffel

La ciudad de la luz se ilumina todavía con más fuerza haciendo del Mercure París Centre Tour Eiffel nuestro centro de operaciones y contemplando la emblemática torre. Especialmente bella es la primera planta, de suelo transparente, o la segunda, con inmejorables vistas. Dicho sea de paso, podemos dejar la torre también para el final del recorrido, para que las panorámicas sean nocturnas. Desde ahí, podemos pasear por el Campo de Marte y cruzar el puente de Jena, sobre el Sena, y llegar a la zona del Trocadero, para pasear por sus jardines de estilo inglés. Si hablábamos del río, es imprescindible hacer un crucero por el Sena, que suelen durar entre una y dos horas, y son una perfecta opción para descubrir bellos y románticos emplazamientos desde el río.

Hacia el este, podemos pasear hasta la plaza de la Concordia y el Jardín de las Tullerías, que nos llevará, irremediablemente, hasta el archiconocido Louvre. Las recomendaciones hablan de un mínimo de 3 horas para visitar el museo –pero como nos parece casi un sacrilegio escribir esta frase, lo dejaremos a gusto del consumidor– siempre y cuando dejemos claro que podríamos pasar todo el fin de semana en París en el Louvre y no habríamos visto ni una pequeña parte de todo cuanto tiene por ofrecer.

Ya de vuelta, si aún nos quedan fuerzas, podemos dejarnos llevar por los Campos Elíseos, seguramente una de las avenidas más afamadas del planeta, con numerosos restaurantes, tiendas y demás opciones de ocio, hasta el napoleónico Arc de Triomphe, un paseo de unos 50 minutos que bien merecen la pena en nuestro fin de semana en París.

El barrio de Montmartre, ¡oh là là!

Y si hablamos de encanto, directamente nos trasladamos hasta Montmartre, el barrio bohemio de París, fácilmente accesible en transporte público desde nuestro hotel en el centro, Podemos, por ejemplo, coger la línea 6 de metro en Bir-Hakeim hasta Charles de Gaulle-Etoile, y ahí la 2 hasta Anvers. Un pequeño paseo nos deja ante el impresionante templo del Sagrado Corazón. También son impresionantes y de prácticamente obligada visita el cementerio de Montmartre y, para los más cinéfilos, el Café des Deux Moulins, conocidísimo establecimiento que frecuentaba Audrey Tautou en la película ‘Amelie’. Muy cerca, por cierto, en el bulevar de Clichy, está el Moulin Rouge que, como mínimo, tiene una foto. Por supuesto, como buen barrio bohemio, son incontables los rincones con encanto que descubrir, como la Plaza del Tertre, plagada de pintores.

Finalmente, nuestra selección sigue por Montparnasse y su torre, desde donde poder ver París a casi sesenta plantas y 210 metros de altura. Si bien es un edificio de negocios, las vistas son impagables. Cerca podemos pasear por los jardines de Luxemburgo y visitar la Sorbona, casi topándonos de nuevo con el omnipresente Sena; un poco más al norte, enfrente de Saint Severin, otro referente del séptimo arte: la librería Shakespeare and Company, presente en varias películas y clara definición de la palabra ‘encanto’. Cruzaremos el río para llegar a Notre Dame, la catedral quizá más representativa del gótico en el mundo, y que contempla París desde el S.XIV. Todo esto dejando al sur el Observatorio de París, y otros centenares de sitios que visitar en la capital gala como: el Museo de Orsay, el centro Pompidou, el Rodin, las Catacumbas, el Palacio Nacional de Los Inválidos y un largo etcétera. Tras este trazado veloz, sólo podemos desearte que vuelvas a París una y otra vez.