Un paseo a las puertas de la Ciudad de la Luz

En las inmediaciones de París, el hotel de Boulogne-Billancourt pone a tu disposición las ventajas de la capital, aunque en un ambiente más sereno. La comuna conoció su edad de oro en los años treinta gracias a las industrias del automóvil, de la aviación y del séptimo arte. Nuestro equipo ha seleccionado para ti una serie de visitas y paseos.

Los pulmones verdes

Tu hotel de Boulogne-Billancourt se encuentra junto a unos parques y jardines espléndidos. El parque de la Glacière se creó en el lugar que ocupaba la antigua fábrica de hielo industrial. Tiene zonas de juegos, deportivas y tableros de ajedrez, para las delicias de todos los paseantes. No lejos de allí se sitúa el parque de Billancourt, con una extensión de 70 000 m2. Sus espacios diversos prometen un paseo lleno de encanto. Cruza el Sena hasta el jardín de la isla Seguin. Concebido por el paisajista Michel Desvigne, este espacio atípico, que subraya el valor de la naturaleza en un entorno industrial, está en permanente evolución. Contiguo al bosque de Boulogne, en los límites de la comuna, el extenso parque Edmond-de-Rotschild es igualmente propicio para largos paseos.

Boulogne-Billancourt a través de sus museos

Boulogne-Billancourt posee una rica historia industrial y artística. Descubre todas estas facetas en sus museos. El museo Paul-Belmondo presenta las numerosas esculturas, pinturas, acuarelas y grabados de este insigne maestro de la escultura figurativa. En otro ámbito, el museo Renault recorre la historia de la empresa, que instaló sus fábricas en Billancourt a finales del siglo XIX. No lejos de tu hotel se halla el museo de los años 30, que homenajea el patrimonio cultural e industrial de la ciudad con obras de ilustres artistas, entre los que destacan Alfred Courmes o Henry Arnold. El museo Albert-Kahn, con sus archivos sobre el planeta o su jardín de escenas, encarna la visión utopista de una paz universal del filántropo francés.