¿Con ganas de soltar amarras? Calais es el destino perfecto para ello. Te aconsejamos pasar una estancia en uno de los dos ibis situados en pleno centro de la ciudad, si lo que buscas es un hotel en Calais que esté bien ubicado a buen precio.
Come bien y barato en Calais
Calais ha heredado la espectacular arquitectura flamenca. Prueba de ello es el ayuntamiento, que podrás visitar en la Place du Soldat-Inconnu. Su campanario ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Accede al balcón panorámico por ascensor para disfrutar de una vista privilegiada sobre el centro histórico, el puerto y el arenoso litoral. Al pie del campanario, podrás admirar los Six Bourgeois de Calais. Este conmovedor conjunto escultórico, realizado por Rodin, evoca la rendición de los burgueses de Calais durante la guerra de los Cien Años. La visita continua en dirección a la Place d'Armes, donde se halla la Tour du Guet, el monumento más antiguo de la urbe. No te olvides de volver cuando caiga la noche para admirar los chorros de agua cromáticos de la fuente.
Existe un gran número de especialidades en Calais que podrás saborear como aperitivo. Descubre el «welsh», la tosta con jamón y queso a la cerveza fundida, que acompañarás con una cerveza local, como la Bourgeoises de Calais. Si prefieres quedarte en un bar cafetería, los de la calle Royale y alrededores no te saldrán muy caros. Para hacer un picnic exquisito, te recomendamos seleccionar algunos quesos deliciosos de la región, como el maroilles con sabor fuerte, el rollot, a veces en forma de corazón, o el sablé de Wissant, con notas de cerveza. El «calais» es el postre por excelencia: un pastel de almendras, cubierto por crema de café, con el que te deleitarás en un abrir y cerrar de ojos. Encontrarás este dulce típico en cualquier pastelería de la ciudad.
