Un viaje gastronómico a través de las bebidas típicas del País Vasco
Hay una parte importante de ese heterogéneo universo de sabores que en ocasiones se queda un poco en el olvido: sus bebidas típicas. La historia y la tradición se dan la mano en estas propuestas dulces, refrescantes, ligeras o con mucho cuerpo que se adaptan a todo tipo de menús y de celebraciones.Comida y bebida son dos aspectos que siempre van unidos en una escapada gourmet. Aunque en este tipo de viajes se le da prioridad al menú de cada día no hay por qué comprometer la comodidad de un buen descanso y lo práctico que resulta regresar al hotel sin necesidad de coger el coche o caminar largas distancias. Con ubicaciones tan céntricas como la del hotel Mercure Bilbao Jardines de Albia acercarse a la cultura gastronómica vasca a través de sus bebidas típicas resulta mucho más sencillo.
Las calles con más sabor del barrio de Abando se encuentran a muy pocos metros de este alojamiento y el Casco Viejo a sólo unos minutos a pie. En cualquiera de estas dos localizaciones es posible entrar a un bar y pedir sin miedo a meter la pata una de estas bebidas de nombres curiosos que constituyen todo un símbolo de identidad.
Txacolí. Es un vino ligero que, a diferencia de los caldos tradicionales, se presenta siempre con un puntito de acidez que puede ser más o menos notable al paladar. Por lo general se elabora con uvas blancas de la variedad Courbu, aunque en casos excepcionales también se puede encontrar un txacolí te uva tinta. El resultado es un vino suave, fresco, ligeramente carbonatado y fácil de beber. Dependiendo de su denominación de origen, que puede ser de Getaria o de Bizkaia, se servirá escanciado o no y en copa o en vaso.
Patxarán. Este licor casero típico de las tierras vascas se ha extendido con sus particularidades regionales a otros territorios del norte peninsular como Navarra, La Rioja, Aragón o Castilla y León. El patxarán que se elabora en el País Vasco es el resultado de macerar los frutos del endrino en aguardiente anisado. Las primeras referencias a esta bebida que ahora vuelve a estar de moda se remontan a finales del siglo XIV, y lo tomaban tanto los reyes en sus majestuosos banquetes de boda como el pueblo llano en sus fiestas populares.
Sagardoa. Es el nombre en vasco que recibe la sidra y cuya traducción literal es vino de manzana. Las tierras del País Vasco no siempre fueron óptimas para el cultivo de la uva y de hecho eran muy pocos los que se podían permitir beber vino al tratarse de un bien bastante escaso. En su lugar se tomaba este vino de manzana, la sidra. Su consumo era algo tan habitual que incluso los barcos pesqueros se llevaban sus buenos cargamentos de sagardoa cuando abandonaban los muelles para dedicarse durante varias semanas a la pesca en alta mar. En la actualidad, el municipio de Astigarraga es el que concentra un mayor número de sidrerías y cuenta con varias generaciones de expertos en la materia.
Vino de La Rioja Alavesa. Los caldos elaborados en esta comarca vasca tienen su propia Denominación de Origen Calificada (DOCa) y son una exquisita elección para completar un menú selecto. Las bodegas de Laguardia, Laserna, Elciego y Samaniego figuran entre los caldos más valorados por las guías gastronómicas de mayor prestigio en el sector.
